11. ¿Cómo evaluar el aprendizaje artístico?

Como dice Edurne Urraza, para evaluar la educación artística primero habría que conocer la trayectoria hasta el momento de la educación artística. podemos recordar como hace unos años solo se valoraba el saber reproducir un dibujo en una lámina o hacer unos ejercicios de dibujo técnico que constituían más un problema de geometría y nada que ver con la creatividad ¿Pero es en base a esa exactitud cómo se debería evaluar actualmente las artes plásticas?. Para Freedman esta evaluación ha pasado por diferentes fases : Primera fase destinada a desarrollar las habilidades manuales para el mercado del trabajo, ello conllevaba la precisión de un trazado o el dominio de una herramienta . Otra fase una educación artística para conocer el arte y como actividad de tiempo libre. Durante la primera mitad de este siglo se basaba en tener un criterio sobre lo que es y lo que no es buen gusto, el concepto de arte y de belleza como valores universales, independientes del tiempo y del espacio. Ello generaría una serie de métodos para detectarlo. Otra tendencia, vigente aún, hace referencia a la consideración del arte como vehículo de autoexpresión creativa y también como terapia desde el punto de vista psicológico. Todo ello ha tenido una incidencia e n la educación obligatoria y ello ha tenido influencia en los programas de la enseñanza artísticas . La revolución producida por las vanguardias frente a la enseñanza academicista (impacto de escuelas como La Bauhaus, etc.), se transmite a las escuelas superiores de Bellas Artes; y de ellas a las enseñanzas medias y también a los programas oficiales de Primaria. Esta visión centrada en un "lenguaje visual", para facilitar la comunicación y la expresión, pasa a c la escena educativa con la orientación anterior. Por tanto la búsqueda de una objetividad en la evaluación encuentra un mayor asidero en la capacidad de manejo de los elementos del "lenguaje visual": punto, línea, texturas, etc. A ello hay que añadir la tendencia que acompaña al desarrollo de las nuevas tecnologías, en la década de los 70, orientación que va unida a la necesidad de educar al espectador de imagen, más que a su creación, en una sociedad donde los estímulos visuales cobran una importancia inusitada. Por lo que los códigos de los distintos medios de comunicación audiovisual se incorporan a los contenidos que el alumnado debe dominar. Por tanto hay cierta confusión en el campo de la evaluación ", que no van más allá de una fórmula técnica y la aplicación de los criterios evaluadores de moda: creatividad y expresión. ctualmente se evalúan solamente los resultados en el campo de trabajo artístico, la medición de resultados debería situarse en un lugar secundario, y no siempre es así, en la escuela se evalúan sólo los conocimientos, con respecto a esto habría que decir que no está demostrado que aprender los elementos del lenguaje visual el punto, la línea, etc., sea la base de otros conocimientos. Únicamente se evalúan los resultados directos pretendidos y habría que tener en cuenta también lo que es importante que aprendan, por ejemplo valorar la calidad de un círculo cromático aisladamente sin conocer la aplicación que puede tener .Igualmente se tiende a evaluar los efectos observables, es decir los objetivos que prescriben dónde "hay que llegar" y sin embargo el lugar concedido a la reflexión, al sentimiento, a los procesos de pensamiento se pierden. Tampoco se evalúa teniendo en cuenta el contexto, algo que es bastante importante porque varía no sólo a lo largo de la historia o en otros lugares geográficos, sino en función de multitud de variables socioculturales del propio entorno. Por todo ello se debería hacer una reforma para convertir la evaluación en un proceso de mejora y de comprensión de los problemas de la educación artística. También en un elemento de perfeccionamiento del profesorado, que se hace consciente de sus necesidades y sus problemas cotidianos. Eisner proponía un nuevo tipo de objetivos: los objetivos expresivos. La actividad expresiva es aquella en la cual la personalidad creativa utiliza las habilidades adquiridas en el proceso educativo, las emplea, desarrolla y refina. Los objetivos expresivos son la consecuencia de tales actividades" (Eisner, 1972, 580-581).Apreciación que nos sitúa en la perspectiva de la evaluación como investigación . Con todo ello y estando de acuerdo con la propuesta de Esiner pensamos que lo que se debe valorar la creatividad, la comprensión de los hechos artísticos favoreciendo el desarrollo sensitivo y cognitivo que le haga al alumno saber valorar el entorno. E igualmente que el acercamiento al arte constituya una reflexión sobre una realidad amplia y que esta constituya el estímulo y la base creativa e investigadora de los diferentes campos que la componen.